Abriendo el melón

Quiero acurrucarme en tus sueños Sentir en mi piel tu amor Saber que nada es eterno Y abrazarte sin dolor.  Quiero dormir en tu pecho Quiero sentir tu calor Que me sonrías entre sueños Que me sostengas sin razón  Quiero volar, hacerme etérea Que nos bebamos los dos.  Inés García Écija 

 Encuentro compasión en los ojos que me miran desde el interior. La compasión existe, pero se haya sumergida en un abismo de egoismo y vanidad. Inés García Écija 

 Somos lo que hacemos. Hacemos lo que somos.  Inés García Écija 

 Yo no veo personas  caminando por las calles,  Yo siento almas,  Observo emociones,  Y percibo soledad.  Inés García Écija 

 Hoy la melancolía Recorre mi piel Hoy sana mi mente Hoy me asomo al ayer Y veo quién me observa Y acaricio su ser. Hoy late en mí Imparable Un ansia por conocer Hoy duele como siempre Hoy no va a volver.  Inés García Écija 

 Se memoriza en mis átomos Tu sonrisa.  Dentro de mí  Habitas.  Inés García Écija 

 Lo siento, No es posible explicarte Con palabras,  Algo que sólo el corazón  Sabe expresar.  Inés García Écija 

 Vivo dentro de una singularidad. Siempre en ese vacío,  con ansias de encontrar respuestas,  sin saber que la respuesta eras tú. Y ahora que lo sé,  ahora que te he encontrado, No distingo si eres real o una ilusión.  Aún así, te amo.  Inés García Écija 

 Todavía, cuando apenas cae el sol Empiezo a despertar Veo claridad en mis ideas Y aún estando en un limbo emocional Tu latido Me da vida. Inés García Écija 

 Estar juntos en un acto de rebeldía Frente a la clase de pensamientos obtusos Que se mantienen espontáneamente vivos En un mundo en el que la gente Ha dejado de creer En la locura del amor. Inés García Écija 

 Necesito dejar de pensarte Dejar de sentirte  Dejar de gritarte.  Necesito que mi piel deje de buscarte  Que deje de escarcharse  Si tu mano no la alcanza.  Necesito que mis pensamientos  Dejen de latirte  Que se vayan lejos  Que dejen de existirte. Inés García Écija