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Y una luna de escamas de hielo me visita cada noche por la ventana,  y besándome la frente me susurra  cuanto me piensas, cuánto me sientes. Y cubierta con su brillo de luciérnagas polares Vagan mis deseos entre la espuma de tus mares. Viajo a la deriva entre sueños pasajeros Revolotean tus besos entre mis deseos Lejos de la cordura Lejos de aquel desierto Miro hacia la luna Jurándole amor eterno.  Inés García Écija

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Y una luna de escamas de hielo me visita cada noche por la ventana,  y besándome la frente me susurra  cuanto me piensas, cuánto me sientes. Y cubierta con su brillo de luciérnagas polares Vagan mis deseos entre la espuma de tus mares. Viajo a la deriva entre sueños pasajeros Revolotean tus besos entre mis deseos Lejos de la cordura Lejos de aquel desierto Miro hacia la luna Jurándole amor eterno.  Inés García Écija
No soy responsable de tus actos, no soy responsable de tu arrepentimiento, no depende de mi perdón tu redención, así que no lo busques. Cada uno es responsable de sus actos, de sus errores, no esperes el perdón de otros para sentirte bien contigo mismo, para creer que todo ha pasado.  Yo no soy tu dios como para poder perdonarte, no me reprocheis si no lo hago. Cada uno debe de cargar con sus demonios, no necesito perdonar para sentirme bien, yo no tengo tu carga, tampoco la voy ha hacer mía. Inés García Écija
No soy responsable de tus actos, no soy responsable de tu arrepentimiento, no depende de mi perdón tu redención, así que no lo busques. Cada uno es responsable de sus actos, de sus errores, no esperes el perdón de otros para sentirte bien contigo mismo, para creer que todo ha pasado.  Yo no soy tu dios como para poder perdonarte, no me reprocheis si no lo hago. Cada uno debe de cargar con sus demonios, no necesito perdonar para sentirme bien, yo no tengo tu carga, tampoco la voy ha hacer mía. Inés García Écija

Contigo

Y así comenzó mi día. Con la misma sensación de encontrar una moneda en el bolsillo justo cuando te apetece un pedazo de tarta. Como la sonrisa con la que tropiezas en un mal día y te devuelve a la vida.  Así empezó mi día; Contigo, después de dejar de buscarte.  Inés García Écija

Contigo

Y así comenzó mi día. Con la misma sensación de encontrar una moneda en el bolsillo justo cuando te apetece un pedazo de tarta. Como la sonrisa con la que tropiezas en un mal día y te devuelve a la vida.  Así empezó mi día; Contigo, después de dejar de buscarte.  Inés García Écija
La única llave que abre el latido de mi alma, que saca las letras  que están sujetas, encarceladas, es la banal esencia de lo profano,  es el licor de la vida, sin eso estoy perdida,  sin mis versos  ya no hay beso de huída. Inés García Écija