Soy un poco de ti, un poco de estrellas, un poco de miedo, y un poco de valor. Mis pies son tierra, un poco de lluvia, un poco de mar. Tengo en mi espalda guijarros pesados, pulidos por el viento que roza mi cuerpo al volar. Mis piernas, a veces son lastres que no quieren caminar, empujadas por el tiempo, buscando libertad. Soy un poco de tu pensamiento, de su mirada, de mi pesar. Y con todo me construyo, me rompo y vuelvo a empezar. Inés García Écija
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Mostrando entradas de 2020
Olivo y tiempo
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A veces sólo quiero estar allí, sentada entre hojas verdes de olivo, con camuflaje indefenso de niño, Viendo el mundo de lejos, a distancia del dolor, sin espejo A veces sólo quiero estar allí Viendo el paso de personas, Observando cómo se emocionan Viéndolos de lejos Aislada de la duda y del momento Entre las ramas de un viejo olivo Bañado de luz plata y lino Seda que abraza como sueño De un paseo silencioso por el tiempo. Inés García Écija
Brevedad
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Melancólico llanto de otoño tiñe las hojas de un breve suspiro de vida. El tiempo dibuja en sus pétalos, mirando a mis pupilas de rosa rota. Y un hilarante hilo ilumina con brevedad las pálidas sendas que se pierden en la lejanía. Brevedad. Somos suspiros de brevedad, viajando a la velocidad del sonido, en el transcurso de un recuerdo de un tiempo que desafío, en cada latido de soledad. Inés García Écija
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Cuando mis manos sean humo Y dejen de leer Los surcos de mi pensamiento Que mueren al nacer Cuando mi nube sea lluvia Cuando en mi mente muera el sol Me perderé para siempre Me haré lluvia, nube y sol. Y en ese ahora, que es un quizás En ese momento de cal y sal Mis manos se harán alas Min nubes me alzarán Veré el tiempo inmóvil Abrazado a mi tempestad Inés García Écija
Arroz con lágrimas de leche
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Arroz con lágrimas de leche Vengo de donde la tierra roja Teñía nuestro juego De dónde la habitación era un sueño compartido Dónde hacer los deberes se convertía en desafío Y un pan con pipas era un regalo bendecido Vengo de dónde el balcón era un edén Dónde la vida cantaba Donde la música bailaba Y a pesar de las lágrimas Se cocía arroz con leche en la cocina mamá siempre nos besaba A pesar de la dificultad Ella siempre bailaba Vengo de una torre De un cuento sin principe Pero con dragones Vengo de dónde se agudizaban los sentidos Y un trozo de arcilla unía nuestro nido Vendíamos sueños modelados y mi hermano mayor nos cogía de las manos Vengo de un lugar Del que no olvido El que me ha construido Donde siempre, a pesar de las dificultades Se cocinaba arroz con lágrimas de leche. Inés García Écija Dedicado a mis hermanos y mi madre, gracias por guiarme y enseñarme
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Y una luna de escamas de hielo me visita cada noche por la ventana, y besándome la frente me susurra cuanto me piensas, cuánto me sientes. Y cubierta con su brillo de luciérnagas polares Vagan mis deseos entre la espuma de tus mares. Viajo a la deriva entre sueños pasajeros Revolotean tus besos entre mis deseos Lejos de la cordura Lejos de aquel desierto Miro hacia la luna Jurándole amor eterno. Inés García Écija
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No soy responsable de tus actos, no soy responsable de tu arrepentimiento, no depende de mi perdón tu redención, así que no lo busques. Cada uno es responsable de sus actos, de sus errores, no esperes el perdón de otros para sentirte bien contigo mismo, para creer que todo ha pasado. Yo no soy tu dios como para poder perdonarte, no me reprocheis si no lo hago. Cada uno debe de cargar con sus demonios, no necesito perdonar para sentirme bien, yo no tengo tu carga, tampoco la voy ha hacer mía. Inés García Écija
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Estaré donde el destello de tus pensamientos alumbren el camino. Estaré donde la multitud sueñe, donde los sueños despierten. Estaré donte tus pasos escuchen mi voz, y sean ligeros augurios de nuestro mañana juntos. Estaré donde me dirijan tus pensamientos . Pero no lo dudes nunca, Allí estaré. Inés García Écija