La única llave
que abre el latido
de mi alma,
que saca las letras
que están sujetas,
encarceladas,
es la banal esencia
de lo profano,
es el licor de la vida,
sin eso estoy perdida,
sin mis versos
ya no hay beso de huída.
Inés García Écija
que abre el latido
de mi alma,
que saca las letras
que están sujetas,
encarceladas,
es la banal esencia
de lo profano,
es el licor de la vida,
sin eso estoy perdida,
sin mis versos
ya no hay beso de huída.
Inés García Écija
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