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LOS GRITOS DE LA LUNA

- Mamá, ¿porqué grita la luna?, ¿es que acaso está asustada?- Preguntó con su inocencia a flor de piel y su alma abierta al mundo. Con esa mirada que sólo se tiene en la infancia de pura curiosidad, sin límites ni contaminada por las miradas ajenas llenas de sucia adultez. - ¿Gritando?... ¿ tú crees?... ummm, yo la veo como siempre- Me quedé por un momento pensativa, y de nuevo prosiguió contrariada. - No mamá. ¿Es que no la ves?... ¡Ya lo sé! está aburrida y por eso grita, está esperando que vaya alguien a jugar con ella y llama a voces para que alguien la escuche... Vamos mamá, tenemos que hacer algo, ¡tenemos que ayudarla!- Sin saber cómo, Paulita estaba decidida a ayudar a la luna. La pequeña no veía ningún obstáculo que le impidiera lograr su propósito. Con paso firme se dirigió a la casa mientras yo seguía sus pasos con la torpeza de la madurez, y la mirada ignorante de la sabiduría que no es capaz de comprender. Con gran contundencia y mirada serena me pidió que le ayudase...

LOS GRITOS DE LA LUNA

- Mamá, ¿porqué grita la luna?, ¿es que acaso está asustada?- Preguntó con su inocencia a flor de piel y su alma abierta al mundo. Con esa mirada que sólo se tiene en la infancia de pura curiosidad, sin límites ni contaminada por las miradas ajenas llenas de sucia adultez. - ¿Gritando?... ¿ tú crees?... ummm, yo la veo como siempre- Me quedé por un momento pensativa, y de nuevo prosiguió contrariada. - No mamá. ¿Es que no la ves?... ¡Ya lo sé! está aburrida y por eso grita, está esperando que vaya alguien a jugar con ella y llama a voces para que alguien la escuche... Vamos mamá, tenemos que hacer algo, ¡tenemos que ayudarla!- Sin saber cómo, Paulita estaba decidida a ayudar a la luna. La pequeña no veía ningún obstáculo que le impidiera lograr su propósito. Con paso firme se dirigió a la casa mientras yo seguía sus pasos con la torpeza de la madurez, y la mirada ignorante de la sabiduría que no es capaz de comprender. Con gran contundencia y mirada serena me pidió que le ayudase...

Pensamiento 105

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Los días se difuminan en mi vida como tu rostro en mi corazón.                                                                                                                            Inés García Écija

Pensamiento 105

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Los días se difuminan en mi vida como tu rostro en mi corazón.                                                                                                                            Inés García Écija

Pensamiento 104

Imaginaos por un momento un mundo sin guerras ni armas, sin odio ni venganza. Un mundo estable y armonioso, lleno de vegetación, de animales todo en equilibrio, todo en su justa medida. Imaginaos ese mundo y ahora abrid los ojos, y decidme...¿Qué sobra?                                                                                               Inés García Écija

Pensamiento 104

Imaginaos por un momento un mundo sin guerras ni armas, sin odio ni venganza. Un mundo estable y armonioso, lleno de vegetación, de animales todo en equilibrio, todo en su justa medida. Imaginaos ese mundo y ahora abrid los ojos, y decidme...¿Qué sobra?                                                                                               Inés García Écija

Pensamiento 103

La sencillez como modelo de vida es el camino directo a la felicidad.                                                 Inés García Écija