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Mostrando entradas de marzo, 2015

Pensamiento 71

Yo soy a ti, como las nubes son al viento.                                             Inés García Écija

Pierde el miedo el tiempo

Pierde el miedo el tiempo obsceno, susurrándome un después, arrebatándome el momento, sujetándome al ayer... Pierde el miedo el tiempo obsceno que me arranca de tu lado, que me roba pensamientos, que me devora la piel. Y sujetandose a mi día sueña con otro ser, sueña con ser mariposa... O ser viento.... O dejar de ser.                                                  Inés García Écija

En memoria de las víctimas del accidente aéreo. R.I.P

Vuelan risas como pájaros Vuelan almas con el viento Atrás dejan las montañas Atrás quedó el lamento Aún se escuchan sus ecos De ilusiones y de sueños Retumbando entre paredes De abismos de roca y hielo.

Pensamiento 70

Tus acciones cuentan lo que tus palabras cayan.                                                 Inés García Écija

Desnudas mis versos

Crece el tiempo en tu piel... Florecen las horas en tus pensamientos. Un suspiro rompe el silencio y tu mirada desnuda mis versos.                                                         Inés García Écija

Pensamiento 69

Tengo celos del aire que roza tu rostro...que besa tu boca. Te necesito tanto como tú lo necesitas a él para existir.                                                       Inés García Écija

Pensamiento 68

El verdadero amor nace de la cercanía y se nutre de la confianza.                                                    Inés García Écija

1,2,3 Siempre los mismos

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1,2,3 panes 1,2,3 1,2,3 niños 1,2,3 1,2,3 bombas 1,2,3 1,2,3 sombras 1 2 3 Mueren de hambre de sed y de frío con miedos, los mismos, los míos. 1,2,3 Vacío.                                                      Inés García Écija

EL HOY ES NUESTRO 

Hoy estoy junto a ti y eso es lo único que importa. Hoy mis temores se apoderan del miedo. Hoy me libero de la duda. Hoy te quiero. Lo que mañana pase, lo que el tiempo nos descubra, será para el después O será para el nunca. Hoy más que ayer, hoy más que nunca me descubro desnuda ante ti Para que me envuelva El silencio de tu amor Sereno y eterno.                                                    Inés García Écija

pensamiento 67

No importa aquello que encuentre, si el resultado no eres tú, sólo hallo desconsuelo.                                                       Inés García Écija

Corazón de cartón

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-¡Sólo es de juguete!- Le decía una y otra vez la pequeña niña de trenzas pelirrojas, vestido de cuadros y zapatos embarrados. Mientras, la miraba sorprendida, e insistiendo le volvía a decir con tono burlón -¿ Es que acaso no lo ves?, es sólo un juguete, ¡no se mueve!- En ese momento el rostro de Carla se inundó por lágrimas de injusticia, permaneciendo inmóvil, inexpresiva, observando lo que sus manos escondían, protegiéndo del frío, de la lluvia torrencial que ahogaba su dolor, que disolvía su alma, y de las palabras afiladas de sus compañeros de la guardería. Todos uno a uno fueron, curiosos, encerrando en un círculo a las dos pequeñas. Aquella situación llamó la atención de la profesora quien tomó la iniciativa y comenzó a poner orden de inmediato, disolviendo el corro. -A ver, peques, ¿ Quién me puede decir lo que está ocurriendo aquí?, ¿qué te sucede Carlita, acaso te has hecho daño? - - ¡Yo... yo lo se profe!, Carla ha cogido el pajarito de cartón de la jaula y ¡no me lo p

pensamiento 66

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Viendo tu sonrisa acariciar mi mente. Sintiendo tu primavera en cada beso que me regalas.                                                       Inés García Écija

Recatame de mí

    Rescatame de mis lágrimas y de mis errores. Rescatame de mis dudas y de los temores. Hazme vivir un mundo sin mi. Hazme vivir junto a ti, la vida que no viví. Ven, rescatame. Rescatame de mí.                                                    Inés García Écija

En mi habitación

A veces, en mi tranquila soledad, acaricio los tibios rayos de luz que atraviesan entrecortados la persiana de mi habitación. Los siento en mi piel e intento modelarlos, dándoles forma de pensamientos...de recuerdos. Me gusta sentir su suave textura aterciopelada, que me acaricia y disuelve mi dolor disipándolo, fundiéndolo con su templado color. A veces cierro los ojos y me fundo con ellos.                                                     Inés García Écija

Pensamiento 65

Esta sensación es frustrante. Siempre estoy sedienta... siempre con ganas de beberte.                                                                                                                 Inés García Écija

Pensaiento 64

Si alguna vez cierro los ojos que sea porque no estás presente, para poder seguir viéndote en las tinieblas de mi subconsciente.                                                    Inés García Écija

Pensamiento 63

Y con una sutil caricia, reconstruyó mi mundo entero...                                                    Inés García Écija

Cuando seamos olvido

Y en el mañana, cuando ya no estemos, seremos humo de pensamiento muerto, seremos tierra agrietada en el desierto. Y en el mañana, cuando nos hayamos ido recogerán nuestros versos como flores en el camino.                                 Inés García Écija

Pensamiento 62

He guardado en mi bolsillo un puñado de horas lentas, para sacarlas contigo transformándolas en besos.                                                                                          Inés García Écija

Y lo fui todo

Simplemente las vi de casualidad. Nadie se había fijado en ellas. En estos días que corren, las miradas perdidas y los rostros inexpresivos inundan mis mañanas de monotonía y frialdad. Realmente no sé bien el motivo, pero algo hizo que en ese mismo instante me desviase de la carretera y parase el motor del coche. Miré por un momento a mi alrededor, algo desconcertada observé mi situación. Por un lado algunos coches que pintaban de luces rojas la carretera, despidiéndose de mí. Por el otro, allí seguían sin detenerse, ajenas al tiempo, ajenas al mundo,una bandada de hermosas hojas revoloteando una y otra vez al son que les marcaba juguetón, el viento. Sin pensármelo, me desabroché el cinturón, sorprendentemente emocionada, y salí del coche con una sonrisa marcada en mi rostro que recordaba aquellas sonrisas limpias e inocentes de la infancia. Cerré mis ojos para percibir con el resto de sentidos aquel momento, para no perderme ni un solo detalle, y me hice viento silbando libr