Morir

Y el aire renegó de mis pulmones, ya se había desperdiciado demadiado en vano, y aunque mi corazón latía compasivamente, mi cuerpo hacía años que había muerto.
Era el momento de afrontar la realidad, era el momento de comenzar a morir de verdad.  
                                                    Inés García Écija

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuando seamos olvido

Y si...