Para Yadira

 Cuenta la leyenda que la luna, cansada de vagar solitaria iluminando la tierra, mandó su luz en forma de estrella errante a la tierra, perdiendo a su vez su brillo, con la esperanza de que esa luz, transformada en ser humano, pudiese al fin ser libre para descubrir, sorprenderse y conocer el amor que tantos suspiros le susurraban al oído y nunca pudo comprender.


Esa estrella errante una noche se coló tímidamente por mi ventana, mostrándose como un ser único de pelo infinito dorado y celestes y profundos ojos de pura bondad, nos miró y nos dijo, mi nombre es Yadira, me manda mi madre Luna para descubrir con piel humana vuestros secretos.

Y Yadira viajó, conoció y nos iluminó cada noche oscura regando de felicidad y serenidad nuestras vidas. Hasta que un día inesperado, aquella luz que un día brilló en mi casa tímidamente, partió en forma de luna llena, llena de amor, llena de experiencias, y llena de fuerza y emoción y volvió a su luna, a su hogar, para de nuevo alumbrar la tierra y nuestros suspiros. Pero esa noche, todo fue distinto, su brillo era azul celeste, su luz recorrió galaxias y fue la luna más grande, bella y brillante que jamás se pudo contemplar.


Para mi querida sobrina Yadira, que siempre sigas brillando, que siempre sigas creciendo y volando, y de lejos yo seguiré tu rastro de luz estelar. Te amo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuando seamos olvido

Y si...