Nos veo, querido compañero de dudas, aferrados a las sombras, que nos muerden desde dentro.


Nos miro, y nos veo, querido compañero, enredados en tinieblas, fracasos y sueños.


Y al final del día , mi compañero, la maraña de dudas, tinieblas y miedos, se disiparan en mañana, compañeros del tiempo, y se volverán olvido y silencio seco.


Al final del tiempo, seremos compañeros del olvido.


Inés García Écija

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